lunes, 18 de junio de 2007

Los Invidentes

El otro día que circulaba por las calles de esta preciosa ciudad me acordé del post que escribió el Flan hace algunos días.


Me tocó ver a un invidente tratando de atravesar una calle como a eso de las 8:30 am cuando la gente va en sus autos con prisas por llegar al trabajo o a llevar a los hijos a las escuelas y todas esas cosas que hacemos los citadinos por las mañanas. Resulta que las doñas, de esas que llevan los tubos en la cabeza o se van maquillando, no lo dejaban atravesar; fue hasta que un joven lo ayudó y evitó un descenlace trágico.

Al día siguiente, en la misma esquina por la que paso por lo menos cinco veces por semana, me tocó ver a otro invidente, pero éste en una situación diferente: era vendedor de periódicos. Me dio gusto que estuviera desempeñando una actividad remunerada, aunque sé por fuentes cercanas (léase Chon) que esa actividad está muy mal pagada.

Imagínense caminar por nuestras banquetas extremas sin poder ver, algún día inténtelo con los ojos cerrados y la ayuda de un amigo y verán que no es sencillo (yo no lo he hecho pero lo imagino).

Lo que me deja un poco satisfecho es que el joven fue el que ayudó al invidente. Los jóvenes somos los que hacemos o dejamos de hacer el cambio en nuestra cultura, hagámozlo.

1 comentario:

Dirty Lil' Thing dijo...

Yo una vez ayudé a una chica ciega a cruzar la calle y me sentí la persona más realizada y exitosa del mundo. Siempre ando buscando ciegos o viejitos para ayudarlos y ser felíz. Soy tan... buena ciudadana, jajaja